Ayuda psicológica

Pensando en qué y cómo empezar a escribir sobre lo que es ayuda psicológica y cómo saberla pedir, pensé en lo complejo que es el lenguaje y sobre todo su expresión. Al estar cruzadas nuestras palabras con los afectos, no es tan sencillo expresar lo que realmente sentimos o necesitamos. 

 

Muchas veces sabemos lo que necesitamos, pero se evita hacerlo consciente porque eso dolería o nos pondría en una situación más vulnerable.

 

Así por ejemplo alguien que da la impresión de ser una persona retraída o con dificultades para socializar puede tratarse de alguien que necesita de mucho afecto, pero el aislamiento se convierte en una manera de negar y protegerse de ese estado necesitado de cariño. O por el contrario, una persona sumamente sociable, con muchas amistades y con facilidad de expresión no significa que tenga lazos afectivos verdaderos con todos, que por más gente que tenga a su alrededor se sienta en soledad.  Ejemplos un poco extremistas son con la intención de transmitir que no todo lo que se ve es, y que todos somos desde afuera para los demás, tan sólo la punta del iceberg.

Entonces retomando lo de la ayuda psicológica, me pregunté ¿Qué es lo que lleva a alguien a buscar ayuda? y no sólo psicológica, sino de cualquier tipo. 

 

Pienso que una posible manera de empezar sería identificando y reconociendo que algo nos pasa, lo que sea que nos esté generando algún malestar. Y eso ya es un paso pues es demasiada gente que va por la vida como si no pasara nada, o que creen que debe tolerar todo, mostrando con ello la dificultad que se tiene para reconocerse como un ser vivo que se desacomoda con ciertas cosas, que existen sentimientos difíciles de manejar. Me pregunto si lo difícil  de pedir ayuda es la dificultad de asumirnos como seres vulnerables, mortales, que enfermamos, que nos podemos hacer pedacitos por distintas cosas. 

 

Una de las lecturas más reveladoras  y que me han confrontado como sujeto en la vida, hablaba de que algo que distingue al psicoanálisis,  es que no busca tapar ese hueco que nos aqueja como humanos, sino aceptarlo y poder vivir con él y así tener la posibilidad de aceptar la vida con sus altibajos, imperfecciones y faltas, sin colocarse en un estado de sufrimiento constante pero tampoco evitándose. Sería algo así como poder disfrutar de la vida a pesar de las condiciones de dolor que implica.Muchas veces sabemos lo que necesitamos, pero se evita hacerlo consciente porque eso dolería o nos pondría en una situación más vulnerable.

 

Entonces, el pedir ayuda psicológica no sólo es para aquellos que tienen conciencia de enfermedad si no para aquellos que quieran poder disfrutar más, que deseen enfermar menos, que busquen aceptarse, dejarse de exigir tanto al grado de siempre encontrarse insatisfechos, querer y cuidar de su cuerpo , enfrentar el temor a la maternidad , éstas y muchas más formas puede presentarse el pedir ayuda.

Escrito por: Psicoanalista Leticia Gómez 

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