No todo lo que se ama es amor

 

Recientemente vi la película «Me estás matando Susana» con el actor Gael García Bernal, quién representa a un «Macho- mexicano», esposo de Susana, una escritora española.

Sobre las configuraciones del amor, no existen las parejas disparejas, sino que siempre un par embona con la trama inconsciente del otro.

Estos personajes representan muy bien la repetición inconsciente de «Poner a prueba el amor del otro”. Cómo si mientras más es lo que se le tolera o permite al otro, más grande fuera el amor entre ellos. Pero ¿Qué es lo que realmente se pone a prueba?

Se pudiera pensar que es la capacidad de aceptar las diferencias que existen entre la pareja, sobre todo con sus distintas culturas. Además de sus distintas personalidades, profesiones, intereses y por su puesto maneras de amar o comprometerse en una relación.

Sin embargo, lo que quisiera resaltar es lo similar entre ellos: ¿Qué es lo que los mantiene unidos? con múltiples infidelidades de por medio, la falta de compromiso y respeto entre el par, en donde pareciera que todo se va convirtiendo en una engañosa prueba de amor. Tal engaño está, en que no es el amor lo que se pone a prueba, sino que se trata de una forma de alimentar el lazo masoquista, lo cual se ve reflejado en varias escenas.

Dejando claro su dinámica: después de un engaño o pelea fuerte, surge otra vez un pegoteo entre ellos, aumentando así su codependencia.

Tal fenómeno es conocido desde el psicoanálisis como una compulsión a la repetición, que desde la conciencia el supuesto mensaje es: «nuestro amor es tan grande que puede con esto y más». Pero cuando se trata de aceptar todo al costo que sea, es importante mencionar que nos encontramos en otro terreno, más que de amor, de codependencia donde lo que prevalece es la pulsión de muerte.

 

Escrito por: Psicoanalista Leticia Gómez.